Ella.

Aun no entiendo que hechizo me tiro para que su sonrisa conquiste mi vida. La vi de casualidad por la vida, sus ojos me miraron y se alumbraron, su mirada vibro con la mía, su sonrisa perlada me deslumbro, sus pestañas me hundieron en intriga y seducción. Su mirada, amo su mirada, su mirada inocente combina con su pelo, ambos se mueven a la par y se combinan hacia la perfección. Quise hablar con ella, mis palabras no eran nada, era poco hombre pero aun así me siguió la conversación y tuve el milagro de salir con ella.
Aquel día, ayer, estaba radiante. Se coloco un vestido floreado con vuelos, su pelo demostró su independencia y su sonrisa me transmitía alegría. No podría decir que fue el mejor día de mi vida pero se acerco; Sus palabras enlazadas creaban las más hermosas melodías, sus ojos se conectaban con los míos, transmitiéndome todos sus sentimientos, absorbiendo mi alma hasta el punto que debía dejar de mirar aunque no quería. Llegue a pensar que era digno para ella, para su alma libre, para su corazón salvaje y su mente compleja. Las horas pasaban y deseaba que el tiempo se estancara, que se detuviera justo cuando vi su risueña risa.
Era mi musa, era mi deseo, mi utopía casi imposible.
La vida me conecto con ella, y no la quería sacar nunca de mi vida. Uno a veces se da cuenta cuando alguien es la persona indicada en su vida. Ella era mi complemento, mi otra mitad. Sus ojos me lo dijeron y sus manos asistieron cuando rozaron las mías, cuando sus labios acariciaron los míos y danzaron el vals mas bello de todos.
Por cosas de la vida que uno sabe, ese día no podía ser perfecto, de un momento a otro saboree la infelicidad. El destrozo que en un segundo pierda a mi alma gemela. Que por su vuelo de libertad e inconsciencia un auto le quitara su bella sonrisa y su mirada penetrante.
Igual no me doy por vencido. Nacimos para estar juntos, lo supe desde la primera vez que la vi, desde su primera palabra y su mirada. Ahora me voy con ella. No estaremos en un mundo material, pero nuestras almas van a estar juntas y voy a poder sentir otra vez su preciosa sonrisa, y admirar sus ojos ya inexistentes.
Dentro de un minuto mi vida dará fin en este plano, y me iré con ella, a que nuestras almas bailen juntas hasta que volvamos a revivir y reencontrarnos.
Otra vez...