Un lapso.

Y en un breve segundo, una brisa, un arraigo de sentimientos, un viento que llevaba el perfume de la felicidad. Mil recuerdos rondaron por mi mente, antiguas miradas, sentimientos despiertos, plenitud y vibras plenas de amor. Es raro como de un momento para otro se te llena el corazón con un mar de sentimientos, un sacudón de lo de antes, que en parte termina colapsando con una melancolía. Todo ocurrió por una brisa, un tibio viento que me trajo tu perfume y tus caricias. Un olor que me hizo acordar de nuestros momentos. De vos y yo, de ese amor imposible de concretar, de ese amor fantasioso, de ese amor que empezó con una mirada, siguió con sentimientos, caricias, abrazos y besos, y termino con tu olor. Con ese olor que de vuelta se fue para después volver y hacerme danzar mi corazón. Otra vez.