Te amo.

Recuerdo aquella noche querida, entre todo el bullicio la jungla electrónica aturdía mis oídos, mi cabeza aún se mecía por el alcohol. Tu sabes que me gusta ese ambiente o al menos el trayecto de alcohol pre-salida y salida. 
No quiero ir directo al grano, sé que por tu pequeña imaginación vas a malinterpretar todo como es de costumbre cariño, luego me reprocharás, me estallaran delante mío tus más desesperantes sentimientos hasta que todo termine en llanto, perdón y un "pequeño" malentendido. Entiende que por todo esto empezaré desde el principio...
Como suele pasarme las cosas me salen de imprevisto, son como nuestras salidas al parque cuando hacemos cosas sin pensarlo como cuando debíamos quedarnos en mi casa cuando en este se hacia un partido de fútbol. Aún tengo viva tu tierna risa que hace juego con tu pelo marrón despeinado, tu miedo a que te llegue a pasar algo y que me llegue a pasar algo, mi preocupación creada por tus histeriqueos y tu mentecilla fatalista. Recuerdo que igual nada fue tan caótico como lo planteaste, al final te terminaste riendo de la situación y corriendo como siempre, jugando porque la vida para vos sigue siendo un juego mi amor. 
En fin, me desvié, creo que entendiste el mensaje de la situación, sin hacer otra cosa recibí una llamada, puedes llamarla como un timbre salvador como no, que cambia la noche y torna un giro total o parcial con un aire anti-rutinariamente cotidiano. Dejé de hacer lo que hacía, estar mucho tiempo en la computadora cansa a mis ojos, aunque hace mucho que no me había quedado con una idea tan genial como la de ahora. En momentos como esos, cuando sabes que la persona que tanto amas se distancia, cuando ya no vas a sentir su llamado molesto para decir el miedo que le siente a la oscuridad y media hora de un "no, no me cuelgues! ", creo que lo mejor es concentrarse a hacer nuevas cosas, en parte te lo agradezco, hace bastante que no tenía un tiempo para mi solo. Como te decía, me llamaron, me bañé ya que el sudor me impregnaba, me cambie, bueno, en realidad me puse unas de esas remeras que sabes que me gustan, me puse un cinto que haga que no se me cayera el pantalón y las zapatillas que tiene más "onda" para las salidas. 
Nos terminamos juntando en la casa de un amigo de un amigo, un chico que tal vez solo lo vea cuando valla a salidas de ese estilo. Ahí bueno, ya te imaginaras el ambiente: Chicos y chicas alcoholizadas, disfrutando sin tener noción del tiempo y de lo que están haciendo, saludé a mi grupo de amigos y empecé con ellos, si claro, a tomar. Comencé a sumirme en la bebida y dejarme llevar por la situación, por las jodas que para vos son sin sentido, por esa "diversión asquerosa" que soles llamar, si, a "desperdiciar mi tiempo" según vos querida mía. Igualmente tú sabes que me gusta esas cosas, que es una forma de juntarme con un grupo de amigos, de hacer algo distinto, de sentirme otro, y vivir, o lo que es para mi disfrutar mi etapa de "soltería". 
No me mires con esa cara, sabes a lo que me refiero linda.
En esas casas como te decía, en esos lares donde no hay control uno encuentra cualquier cosa, ni te digo cuando nos fuimos para el boliche y tomamos un taxi... 
Nos encontramos con un grupo de chicas... Simpáticas que digamos, pero todas estaban en su peor estado (ojala nunca te vea de esa forma mi amor), para no ser una persona antisocial, como fui antes que era de caracterizarme y como me conociste... ¿Aun recuerdas una de nuestras primeras charlas ? No era de hablarte mucho, no te conocía demasiado, solo sabía que eras una chica de mi mismo curso que una vez, en uno de los tantos primeros días de clases te me acercaste, me miraste de reojo, como si fuera un extraterrestre o algún desconocido/impostor y mencionaste lo alto que estaba, yo te respondí con una sonrisa y me devolviste la sonrisa. Habías empezado a sonreír de verdad, mostrando tus dientes metálicos y ere inevitable hacer ese comentario al respecto. Creo que en parte te dio un poco de, como decís vos, "cosa", que me halla dado cuenta de tus aparatos, y te avergonzaste con esa cara de yo no fui que tanto te caracteriza y te fuiste con tu grupo de amigos. Como pasa el tiempo querida, los años nos carcomen y después llega el final de todos nuestros pesares, la inevitable muerte... 
Pero no vine a hablarte de eso, no me quiero deprimir por cosas sin remedio, solo te decía que entablé una conversación con una de esas chicas. Linda, una morocha algo flaca y provocativa, labios finos, algo voluptuosa, con tacos de suela y vestido de tela, su maquillaje destacaban sus ojos marrones y cuando me hablaba me miraba perdida, como si después se olvidara de todo lo ocurrido. Te soy sincero, me cayó bastante bien, teníamos varias cosas en común: misma música, mismo grupo de amigos, mismos temas para abordar. Para ser una chica borracha y yo un chico borracho, o algo, nuestra conexión fue... Grata. 
Llegamos a nuestro destino y entre todos nos adentramos a ese lió sonoro, entrar no fue cosa de otra mundo, solo fue pagar la entrada, hablar con conocidos que trabajan ahí, y lo demás, ya sabes, pan comido. 
Una vez adentro fue más aburrido, nunca me gusto cuando se esta adentro del boliche, hubiera preferido seguir en mi casa, tal vez en la computadora trabajando la idea que se me había ocurrido antes de salir, o tal vez con un amigo en mi casa cantando en el karaoke o simplemente dormir y soñar, tal vez contigo o tal vez con las cosas de mi subconsciente, uno nunca sabe. Igual volver a mi casa no estaba entre la lista de cosas por hacer, la chica que te había mencionado ya no se podía parar de pie y la tenía que ayudar para que este estable y para que nadie se aproveche de ella en ese estado; Vamos! No te pongas celosa! 
Siguiendo con mi relato, aunque no pueda cambiar tu cara de reproche, te voy a seguir diciendo la verdad, la chica no se podía levantar y la mejor amiga que estaba con nosotros había empezado a hacer los típicos cánticos cuando dos jóvenes están juntos, muy juntos que digamos, porque ha decir verdad la chica entre su bamboleo con dos pies izquierdos se me acercaba más de la cuenta... Sentía un nudo en la garganta, una mezcla de nervios por sentirla cada vez más y más cerca. 
Y entre cantos como "que se besen !", amigos diciendo que aproveche la situación y la chica ebria que ahora ya estaba tan cerca que mis labios ya sentían la proximidad de los suyos me di cuenta de toda una situación.
La miré y resulta que no eras tú la chica enfrente mio cariño, resulta que la miré y en ese momento habría preferido besar a un muerto que a ella, la verdad no le iba a encontrar diferencia alguna... Y aunque yo no soy de creer en la fantasía del amor, ni en tonterías como la magia de Disney esto podría haber sido lo más parecido al sentimiento del verdadero amor, mi amor. En ese simple instante la observé y me di cuenta de lo que en realidad siento. La miré y la deje en brazos de su amiga, ya no podía continuar con eso.
Mis amigos, y claro, uno que otro conocido, sin contar a los "amigos" me miraron, algunos como anonados, creo que fue el echo de que halla rechazado a una chica completamente.... Regalada. Obviamente tuve que aguantarme esas miradas y una pregunta en general: "¿Que paso ?"
Todavía no estoy seguro de por que fui tan sincero, podrá haber sido el alcohol o el mismo hecho que ocurrió, pero lo que estoy seguro fue el instante que les respondí junto con una sonrisa un tanto atolondrada: "es increíble, pero estoy realmente enamorado."
- Creo que queda más que claro querida a lo que quería llegar. ¿Algo más que quieras agregar?
- Si...
- ¿Qué?
- Que te amo.